Pero, ¿de dónde ha surgido toda esta tecnología informática, cuáles son sus implicaciones y hacia dónde está jalonando a las organizaciones y a los países?
Para entender en profundidad y apreciar los múltiples efectos que los computadores y sus tecnologías conexas tienen en nuestras vidas y cuáles son las megatendecias que ellos están moldeando hacia el próximo futuro, es preciso estudiar y entender -aunque sea brevemente- cuál ha sido su evolución, y cuáles han sido los hitos históricos que han determinado los más sobresalientes logros.
En términos muy generales, pueden distinguirse cuatro grandes etapas en el desarrollo y evolución históricas de los métodos y artefactos para realizar operaciones de cálculo: la edad antigua, la edad media, la era industrial, y la era digital.
En la edad antigua, las diversas culturas humanas desarrollaron métodos manuales para contar, hacer operaciones aritméticas y llevar el registro de las transacciones. La cuenta con los dedos (de ahí la palabra dígito), uso de piedrecillas, las muescas en varas de madera o metal, nudos en cintas (los quipus incas, por ejemplo), fueron técnicas comunes de las sociedades humanas de la antigüedad.
El dispositivo que simboliza los mayores logros del proceso de datos en la antigüedad es, sin lugar a dudas, el ábaco, también llamado soroban por los japoneses, que emergió hace unos 5,000 años en el Asia Menor (se asegura que pudo haber sido primero en China, desde donde fue llevado a Mesopotamia por los comerciantes) y que se sigue empleando actualmente; se considera como el primer computador. Este artefacto permite, a quien lo usa, efectuar cálculos aritméticos por medio de un sistema de aros deslizantes ensamblados en un clavijero. Desde la antigüedad, los comerciantes han empleado el ábaco para efectuar las transacciones rutinarias de los negocios, y en la actualidad se utiliza en las escuelas para enseñar las operaciones aritméticas básicas.
Suele consistir en un tablero o cuadro con alambres o surcos paralelos entre sí en los que se mueven bolas o cuentas. El ábaco moderno está compuesto de un marco de madera o bastidor con cuentas en alambres paralelos y de un travesaño perpendicular a los alambres que divide las cuentas en dos grupos. Cada columna o barra -es decir, cada alambre- representa un lugar en el sistema decimal. La columna más a la derecha son las unidades, la que está a su izquierda son las decenas y así sucesivamente. En cada columna hay cinco cuentas por debajo del travesaño, cada una de las cuales representa una unidad; y dos por encima del travesaño, que representan cinco unidades cada una. Por ejemplo, en la columna de las decenas cada una de las cinco representa diez y cada una de las dos representa 50. Las cuentas que se han de incluir como parte de un número se colocan junto al travesaño.
El ábaco fue utilizado tanto por las civilizaciones precolombinas y mediterráneas como en el Lejano Oriente. En la antigua Roma, era un tablero de cera cubierta con arena, una tabla rayada o un tablero o tabla con surcos. A finales de la edad media los mongoles introdujeron el ábaco en Rusia, que provenía de los chinos y los tártaros, y que todavía hoy se utiliza en el pequeño comercio. En China y Japón, también hoy muy a menudo lo utilizan los hombres de negocios y contables. Los usuarios expertos son capaces de hacer operaciones más rápidamente que con una calculadora electrónica.
De la antigüedad, también, han persistido -como un aporte esencial a nuestra época- los conceptos de número y de sistema numérico. Algunos de tales sistemas son: el sistema sexagesimal, empleado en Mesopotamia y por la cultura maya; el sistema romano de numeración, y el sistema arábigo. El sistema corriente de notación numérica que es utilizado hoy en casi todo el mundo es la numeración arábiga.
Para entender en profundidad y apreciar los múltiples efectos que los computadores y sus tecnologías conexas tienen en nuestras vidas y cuáles son las megatendecias que ellos están moldeando hacia el próximo futuro, es preciso estudiar y entender -aunque sea brevemente- cuál ha sido su evolución, y cuáles han sido los hitos históricos que han determinado los más sobresalientes logros.
En términos muy generales, pueden distinguirse cuatro grandes etapas en el desarrollo y evolución históricas de los métodos y artefactos para realizar operaciones de cálculo: la edad antigua, la edad media, la era industrial, y la era digital.
En la edad antigua, las diversas culturas humanas desarrollaron métodos manuales para contar, hacer operaciones aritméticas y llevar el registro de las transacciones. La cuenta con los dedos (de ahí la palabra dígito), uso de piedrecillas, las muescas en varas de madera o metal, nudos en cintas (los quipus incas, por ejemplo), fueron técnicas comunes de las sociedades humanas de la antigüedad.
El dispositivo que simboliza los mayores logros del proceso de datos en la antigüedad es, sin lugar a dudas, el ábaco, también llamado soroban por los japoneses, que emergió hace unos 5,000 años en el Asia Menor (se asegura que pudo haber sido primero en China, desde donde fue llevado a Mesopotamia por los comerciantes) y que se sigue empleando actualmente; se considera como el primer computador. Este artefacto permite, a quien lo usa, efectuar cálculos aritméticos por medio de un sistema de aros deslizantes ensamblados en un clavijero. Desde la antigüedad, los comerciantes han empleado el ábaco para efectuar las transacciones rutinarias de los negocios, y en la actualidad se utiliza en las escuelas para enseñar las operaciones aritméticas básicas.
Suele consistir en un tablero o cuadro con alambres o surcos paralelos entre sí en los que se mueven bolas o cuentas. El ábaco moderno está compuesto de un marco de madera o bastidor con cuentas en alambres paralelos y de un travesaño perpendicular a los alambres que divide las cuentas en dos grupos. Cada columna o barra -es decir, cada alambre- representa un lugar en el sistema decimal. La columna más a la derecha son las unidades, la que está a su izquierda son las decenas y así sucesivamente. En cada columna hay cinco cuentas por debajo del travesaño, cada una de las cuales representa una unidad; y dos por encima del travesaño, que representan cinco unidades cada una. Por ejemplo, en la columna de las decenas cada una de las cinco representa diez y cada una de las dos representa 50. Las cuentas que se han de incluir como parte de un número se colocan junto al travesaño.
El ábaco fue utilizado tanto por las civilizaciones precolombinas y mediterráneas como en el Lejano Oriente. En la antigua Roma, era un tablero de cera cubierta con arena, una tabla rayada o un tablero o tabla con surcos. A finales de la edad media los mongoles introdujeron el ábaco en Rusia, que provenía de los chinos y los tártaros, y que todavía hoy se utiliza en el pequeño comercio. En China y Japón, también hoy muy a menudo lo utilizan los hombres de negocios y contables. Los usuarios expertos son capaces de hacer operaciones más rápidamente que con una calculadora electrónica.
De la antigüedad, también, han persistido -como un aporte esencial a nuestra época- los conceptos de número y de sistema numérico. Algunos de tales sistemas son: el sistema sexagesimal, empleado en Mesopotamia y por la cultura maya; el sistema romano de numeración, y el sistema arábigo. El sistema corriente de notación numérica que es utilizado hoy en casi todo el mundo es la numeración arábiga.
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